Según se pudo determinar por el estudio de los datos genéticos, el bebé era hijo de dos personas desaparecidas. Se trata de Luis Francisco Goya, argentino, y María Lourdes Martínez Aranda, mexicana. Ambos desaparecieron en el ‘80, según figura en la causa. El nacimiento se habría producido en España y cuando llegaron a la Argentina el matrimonio desapareció, por lo que incluso hay otra causa penal que investiga esos hechos. Por los datos obtenidos se llegó a determinar que Goya era un militante de la Agrupación Montoneros y que volvió al país como parte de la llamada contraofensiva del grupo para la lucha contra la dictadura militar. Pero no ha quedado acreditado que la mujer haya tenido participación en la organización. La sustracción del bebé del matrimonio se encuadra dentro de un plan sistemático de apropiación de menores y, según las investigaciones realizadas y por acción de la Justicia, quedó encuadrado como un delito de lesa humanidad. Luego, Tejada y Quinteros lo inscribieron como propio, al parecer con la adulteración de la partida de nacimiento. Con el pasar de los años, el matrimonio se vino a vivir a San Juan, donde residen actualmente, pero en la Justicia se reservaron mayores datos sobre el domicilio de los acusados.
