Desde muy temprano. Con heladeritas en mano, reposeras y bolsos bien cargados con alimentos y bebidas, los sanjuaninos comenzaron a poblar las gradas naturales del imponente Autódromo Eduardo Copello para esperar el espectáculo final de la Fiesta del Sol. La última jornada sigue siendo la elegida por el público y sin dudas, vivirla desde el Cerro, le da el toque especial para muchas familias que prefieren llegar hasta allí con varias horas de anticipación.
Los cerros que rodean “El Zonda” fueron el primer sector que se pobló. Es que desde las 14 y en forma ininterrumpida, familias enteras y grupos de amigos comenzaron a llegar hasta ese lugar. Los Quintana, oriundos de Chimbas, fueron los primeros en llegar al escenario natural. Así, los más ansiosos siguieron acomodándose en las gradas para encontrar la mejor ubicación donde pudieran observar el espectáculo de la noche. “Vinimos muy temprano porque queríamos encontrar el mejor sector y además para esquivar la cola de autos como pasa año a año, por suerte salió todo como queríamos”, contó Lucía Lohay, quien junto a su numerosa familia se ubicaron justo frente al escenario principal.
Debido a una medida tomada por la organización de la Fiesta en conjunto con la Policía de San Juan, estuvieron prohibidos los asados, por lo que el mate, los sánguches y masas dulces, integraron el menú de la gran mayoría para hacer amena la espera.
Las horas pasaron rápido y ya cuando caía la noche, los cerros zondinos lucieron colmados en su totalidad, brindandole el marco perfecto al espectáculo que sigue siendo el favorito de la fiesta de los sanjuaninos.

