San Expedito se vistió de fiesta ayer en la mañana y recibió a miles de peregrinos de diferentes rincones del país. Bajo un intenso Sol los fieles no desistieron de acompañar al patrono de las causas urgentes. Agradecer por el cuidado de la salud de algún familiar y por el trabajo fueron las principales razones que llevaron a que los devotos copara Bermejo, donde se celebró el Día de San Expedito, que fue el pasado 19 de abril.

De cerca. Muchos de los fieles que llegaron ayer hasta el pueblo de Bermejo hicieron largas filas para estar cerca del santo.

Desde primera hora de la mañana los vehículos empezaron a llegar. Los colectivos con contingentes de fieles de diferentes provincias fueron poniéndole color y bullicio al pueblo que estaba despertando.

En la previa de la peregrinación por las calles del pueblo y tras esa celebración, los fieles hicieron largas filas para tocar la imagen gigante del santo de las causas urgentes y hasta para entrar a la iglesia a agradecer. Y la necesidad de pedir o agradecer fue tal que la gente hasta esperó una hora para poder cumplir alguno de esos dos objetivos.

Acompañado. Los danzantes de la Virgen de Andacollo, de Rawson acompañaron toda la procesión a San Expedito, bailando entre los fieles.

 

"Vinimos de Catamarca para agradecer que mi hijo consiguió trabajo", dijo Rosa Cabello.

Por su parte, una mujer de Mendoza comentó que decidió visitar a San Expedito para pedir por el empleo de un hermano que está pasando una mala situación, y a la vez, para dar las gracias porque sus dos hijos habían conseguido empleos nuevos, luego de pasar más de un año buscando.

Si bien el trabajo fue una de los pedidos más frecuentes entre los fieles, muchos comentaron que lo que más lo impulsó a ir hasta Bermejo, fue agradecer por la salud. Dar las gracias por la recuperación de un hijo que tuvo un grave accidente, llevarle flores al santo por un nieto que está por había sido operado o agradecer que de a poco su mamá volviera a mover las piernas fueron algunas de las razones que motivaron a los promesantes a estar cerca del santo. Muchos de ellos no pudieron ni contener la emoción al ver pasar la imagen de San Expedito, durante la peregrinación.

La procesión comenzó cerca de las 11 y la gente ocupó todos los rincones de las calles del pueblo. "Viva San Expedito", se escuchó dentro de Bermejo y las lágrimas y las sonrisas fueron moneda corriente entre los fieles, que no pudieron esconder el amor que sienten por el santo de las causas justas y urgentes.

 

En familia, para agradecer

Elba Hidalgo, su hija Erica Ibazeta y sus nietos Magalí y Nara Ibazeta son sanjuaninos y ayer visitaron la parroquia de San Expedito. "Vinimos en familia para dar las gracias porque a mi mamá la operaron de la columna y ahora ya puede caminar sin problema", dijo Erica, mientras compartió unos mates con sus acompañantes, en la previa de la procesión.

 

Por primera vez en Bermejo

"Es la primera vez que venimos a la procesión y estamos felices. Vinimos a pedir que nos cuide el trabajo y la salud, porque con la pandemia estuvimos muy preocupados", dijo Araceli Olguín, una vallista que recorrió ayer Bermejo. Ella estuvo acompañada por Alicia Suárez, Valentín Verón y Guadalupe Verón.

 

Devotas del santo

"Desde hace más de 10 años que venimos a todas las procesiones en honor a San Expedito. Esta vez estamos muy felices porque tras dos años de pandemia pudimos volver para darle las gracias", dijo Águeda Ormeño, que llegó desde Santa Lucía, junto a Carmen Córdoba, Irene Molina y Dilan Molina.

 

Agradecida por su recuperación

Con los ojos llenos de lágrimas Lucia Sánchez comentó que hizo, con ayuda de sus nietos, 150 velas rojas y verdes para regalarle a los fieles. "Es para dar las gracias porque después de pedirle mucho, pude salir de una anemia muy dura. Poco a poco estoy mejor y por eso traje estos regalitos", dijo la mujer, que llegó desde Rawson.