Los jugadores, en cualquier aspecto, necesitan del riesgo. Es cuando más vivos se sienten. Y en las dos presentaciones que tuvo la Albiceleste hubo poco, por no decir nada, de eso para sus hockistas.

Tanto en el debut contra Alemania, con la apertura del marcador antes de los 3 minutos de juego, como en el partido de ayer ante Sudáfrica, con el primer gol apenas pasado el primer minuto de juego, significaron que la Selección anfitriona encaminara de entrada lo importante, el triunfo.

Por eso, la motivación no es la misma, si al terminar el primer tiempo en ambos casos la diferencia ya era tranquilizadora.

Argentina todavía no soltó todo su potencial sencillamente porque todavía no lo necesitó. Los goles recibidos tampoco pueden señalarse, en este contexto, como dudas en el aspecto defensivo, ya que fueron siempre cuando la diferencia de goles era la suficiente para cumplir con ‘la obligación’ de cosechar la victoria. Ahora empieza ‘otro’ Mundial. El que los jugadores están esperando. Ahora, hay riesgo.

Lisandro Peyran – Diario de cuyo