De pie sobre una base de travertino, piedra típica de la geografía sanjuanina, la estatua de Guillermo Rawson recibe a quienes a diario circulan por avenida Córdoba en dirección al Este, en la intersección con la otra avenida que también lleva el nombre del médico. Así sucede desde 1954, el año de su inauguración, pese a que su realización estaba prevista desde algunas décadas antes.

La obra recién se materializó en el marco de la reconstrucción posterior al terremoto de 1944, convirtiéndose en una de las primeras estatuas erigidas después del sismo que destruyó la ciudad de San Juan para homenajear a uno de los más destacados higienistas del país. Y ahora el municipio de la Capital, comenzó a restaurarla.

Por estos días, permanece cercada por una tela verde que resguarda los trabajos de restauración que se le realizan y que forman parte de un programa municipal. Desde la gestión del ex intendente Enrique Conti, la estatua que rinde homenaje a quien fuera el fundador de la Cruz Roja en Argentina, junto con otro médico, Toribio Ayerza, no había sido sometida a semejante tarea de limpieza y mantenimiento. Los trabajos incluirán la limpieza total, la reparación de las salidas de agua en la fuente que rodea a la estatua y la instalación de un sistema nuevo de iluminación, que dará mayor realce a todo el sector.

Los trabajos de reparación del monumento a Rawson, uno de los pocos dedicados a un médico en la provincia, culminarán en unos 20 a 30 días, según el cronograma previsto. La obra fue encarada con personal municipal.

La estatua que perpetúa el nombre de Guillermo Rawson, es posterior al propio hospital que lleva el mismo nombre y que comenzó a funcionar en 1913. Fue mandada a hacer durante la gestión del gobernador Rinaldo Viviani, cuando ya habían pasado 64 años desde que los restos del médico sanjuanino descansaban en el Cementerio de La Recoleta, en Buenos Aires.

Fue realizada en una aleación de metales por Luis Perlotti, el mismo escultor conocido por sus obras indigenistas, que todavía hoy se pueden admirar en provincias como Buenos Aires, Catamarca y Mendoza. Pero la obra más conocida del artista es la que hizo en homenaje a Alfonsina Storni. Fue esculpida en la Playa La Perla, en la ciudad de Mar del Plata, donde la poetiza se ahogó.