Juan Brizuela tiene 10 años y hace un par de meses está internado en el Hospital Garrahan de Buenos Aires en espera de un transplante coronario, dado que su corazón es más grande de lo normal. Recibió uno artificial como medida de emergencia, pero que funciona mediante asistencia mecánica. “Sólo puede estar desconectado por una hora -contó su mamá María en contacto con DIARIO DE CUYO desde Buenos Aires-. Ese tiempo los médicos lo hacen caminar para que no acumule líquido en los riñones ni en los pulmones. Está bien y conciente de lo que le está pasando”. Desde hace un par de semanas Juancito ocupa el primer lugar en la lista de pacientes en espera de un donante. Necesita un corazón urgente para sobrevivir.
