Al popular "Mama-Mama" fueron a despedirlo sólo algunos familiares cercanos que se acercaron a las salas velatorias de la Cochería San Ramón, por calle Las Heras, en Capital.
Fue un grupo reducido de medio hermanos y otros íntimos a la familia los que fueron a darle el último adiós. Hasta este mediodía, según comentaron los familiares, aún no habían aparecido por la sala ni amigos, ni conocidos del Hospital Marcial Quiroga, ni nadie de las tantísimas personas con las que había tenido contacto en sus andanzas por la calle.
Ayer las redes se llenaron de comentarios de dolor luego de que este diario informara que el "Mama-Mama" había fallecido. Fueron cientos los mensajes pero la despedida real, no virtual, fue lo contrario.
"Hasta las 3 es el velatorio y de ahí lo vamos a enterrar en el cementerio de Rawson. Hasta ahora no se ha acercado nadie que no sea de la familia", apuntó una media hermana sobre las 12 de este jueves.
El "Mama-Mama" en realidad se llamaba Miguel Marinero y falleció ayer por la tarde a sus 51 años, luego de padecer varios problemas de salud. El que lo terminó condenando fue un ACV que sufrió el último verano. Lo afectó de tal manera que las secuelas fueron múltiples y su deterioro se profundizó día a día.
El Marcial Quiroga era su casa. Pasó años viviendo allí, en una pieza del primer piso. Allí también le trataban las úlceras en sus miembros inferiores (era recurrente verlo con sus pantorrillas vendadas), otro de los tantos achaques que padecía.
El querido personaje tenía una discapacidad a causa de que de niño había sufrido meningitis. Al apodo se lo pusieron justamente por sus problemas a la hora de intentar comunicarse.
Era común verlo en diferentes espacios públicos vendiendo estampitas o cuidando autos para ganarse unas monedas.
Detrás del hombre se escondía una triste niñez. Cuando su madre murió lo empezó a criar su abuela. Hay quienes dicen que esa mujer, cuando se alcoholizaba, llegaba a prostituirlo.