1- La decisión de designar a un embajador, que será el representante del Gobierno argentino en un país extranjero, es de la presidenta Cristina Fernández. La propuesta la hace a la Cámara de Senadores de la Nación.
2- La Cámara de Senadores, a través de su Comisión de Acuerdos, analiza los antecedentes del candidato propuesto por la presidenta y en una entrevista personal se hace una evaluación con preguntas a cargo de los senadores.
3- Una vez que la Comisión de Acuerdos del Senado da el visto bueno, en una sesión de la Cámara alta el presidente de esa comisión propone a la persona para el cargo de embajador en un determinado país. Y la aprobación es un trámite.
4- Luego viene una gestión ante el Gobierno del país en el que el embajador va a ser designado, que en la mayoría de los casos termina aceptando a la persona propuesta. Esa aceptación en la jerga diplomática se llama plácet.
