Un caso similar a la de Cabot sucedió con la bandera de Talavera, que tras 108 años volvió (por ley) a San Juan, en agosto de 2000. Esta insignia fue tomada como trofeo por los patriotas al derrotar al regimiento realista de Talavera (famoso por estar integrado por presidiarios de la peor calaña), en la batalla de Chacabuco. Por pedido de San Martín y a modo de agradecimiento a los sanjuaninos, la bandera fue enviada a la provincia en marzo de 1817. Pero, tras un largo derrotero, en 1892 el gobernador Albarracín se la dio al Museo Histórico Nacional. Actualmente, la bandera está en el RIM 22, como muchos otros objetos de la Asociación Sanmartiniana.