En las elecciones presidencial y gubernamentales, si ningún candidato obtiene más del 50 por ciento de los votos mañana, los dos más votados se enfrentarán en una segunda vuelta el 31 de octubre.

Además de la Presidencia, se escogerán en los comicios 27 gobernadores estatales, 513 representantes en la Cámara de Diputados, dos tercios de los 82 escaños del Senado y 1.059 representantes para asambleas estatales. El voto es obligatorio para todos los ciudadanos con edades comprendidas entre los 18 años y menores de 70. Entre los 16 y 18 y después de los 70, el voto es optativo.

Brasil, la cuarta democracia más poblada del mundo, sufraga con la modalidad de voto electrónico, con la excepción de algunos centros de votación en lugares apartados. Los votos pueden ser contados rápidamente. Se espera un sondeo a boca de urna luego de que se cierren las votaciones a las 18 (el mismo horario para Argentina) en la zona horaria más occidental. Luego, el Tribunal Superior Electoral publicará los resultados en tiempo real a medida que los recibe.

Se espera el nombre del próximo presidente se conozca unas cinco horas después del cierre de los colegios electorales.

El secretario de Tecnologías de la Información del Tribunal Superior Electoral, Giuseppe Janino, aseguró que el sistema electoral brasileño, totalmente informatizado desde hace 14 años, es absolutamente inviolable y que “hasta hoy no hubo ningún caso de fraude comprobado”.

Brasil automatizó el sistema electoral para todo el país en las elecciones municipales de 2000, de manera que limitó la intervención humana, que implicaba fallos y fraudes, además de acelerar de forma ejemplar el procedimiento de recuento de votos.

Janino explicó que se trata de un sistema de votación que funciona en cualquier lugar del país, sea en “las grandes metrópolis o en las 400 aldeas indígenas”.