Como si fuese un interminable caminito de hormigas, la columna de jóvenes se extendió por casi dos kilómetros. Mientras los primeros llegaban a San Martín, los últimos todavía estaban en el corazón de Santa Lucía. Esto sucedió ayer, en el marco de la XXXIX Peregrinación Arquidiocesana de Jóvenes a Ceferino Namuncurá. Fue una de las ediciones más numerosas ya que unos 5.000 chicos caminaron durante toda la mañana con la cruz que el papa Francisco les mandó de regalo.
La convocatoria se hizo en la puerta de la Catedral, bien temprano. Allí, monseñor Jorge Lozano les entregó el presente que les había enviado Francisco. Desde ese momento y durante todo el día, esa cruz estuvo en la cabecera de la columna y los jóvenes se turnaron para transportarla.
Con ritmo lento, pero sin tregua, la multitud partió por calle Rivadavia hasta llegar al puente de la Circunvalación donde se ubicó la primera posta. Allí, una lluvia de papeles plateados sorprendió a los caminantes. Luego siguieron por Roque Saenz Peña hasta llegar a Alto de Sierra. En el camino hubo varios puestos para que desayunaran y hasta se hidrataran. Y entre cántico y cántico, los chicos avanzaron para llegar a su meta: el predio de Ceferino Namuncurá.
Desde la Catedral salieron una 300 personas. Pero los chicos se fueron agregando en el camino. Ya, en la entrada de Santa Lucía, los peregrinos eran más de 1.000 y cuando pasaron el puente Alto de Sierra la cifra ascendió a 5.000, según fuentes policiales.
Sin perder el entusiasmo avanzaron. El cansancio ralentizó el paso de algunos, pero nadie se quedó atrás. De todos modos hubo varios vehículos, movilidades municipales y ambulancias que los asistieron hasta llegar el final con la celebración de la misa.
Santa Lucía
La Municipalidad de Santa Lucía asistió a los caminantes durante varios kilómetros. Colocó puestos de hidratación y baños químicos. A esto se sumó que repartió jugo, mate cocido, caramelos y medialunas a la mitad del trayecto. También puso operadores para dar seguridad a los chicos.
San Martín
La Municipalidad de San Martín asistió a los chicos en el último trayecto de la peregrinación. En la parada que hicieron para almorzar les dieron agua y hasta repartieron naranjas. También hubo personal municipal en el predio de Ceferino Namuncurá para organizar a la multitud.
LOS MOMENTOS DE LA CAMINATA