Por donde se mire la Feria y Exposición Temática de este año fue distinta. Estrenó el Parque como escenario de los expositores y cambió el lugar de los espectáculos artísticos. Sin embargo, la creatividad de los stands y el arte que pusieron las empresas para montar las carpas, fueron las claves para que todos los que visitaron la feria salieran con el pulgar para arriba. Promotoras con disfraces, juegos interactivos, arte callejero y actividades para los chicos fueron algunas de las estrellas de la feria que anoche cerró sus puertas.

Con un disfraz de abeja, una promotora de autos invitó a los chicos a jugar para ganarse gorras, remeras, anotadores y lapiceras. Junto a ella las elegantes chicas de otros stands condujeron a los niños para que jugaran con pelotas gigantes y embocaran aros por una bicicleta, mientras que otros les regalaron globos, bolsitas y hasta cascos mineros.

El motivo del uso de la imaginación y del incentivo para los pequeños, fue un pedido del ministro de Turismo, Dante Elizondo, que aconsejó a los empresarios y funcionarios más interacción con el público. Por eso, además de las empresas privadas, las enormes carpas de los ministerios o de las municipalidades también le pusieron todas las fichas en las exposiciones.

El Ministerio de Turismo tuvo uno de los stands más llamativos, deporte aventura, fotoscabinas y hasta bandas en vivo. Sin embargo, lo que más sedujo fue un pequeño mundo en donde los juegos para chicos pasaban de la espectacularidad de la tecnología a un clásico rompecabezas o un burbujero. Y a pesar de que los niños fueron el blanco de casi todos los expositores, las actividades fueron tan llamativas que hasta los adultos hicieron cola para participar. Por eso los juegos, un mago y Astromán fueron las estrellas del stand de Minería, mientras que el gigante inflable de Barrick y el simulador también crearon risas, al igual que cine 3D de la Secretaría de Ambiente. Y la creatividad no sólo estuvo en los stands, sino que hasta las calles del Parque tuvieron un toque de arte, con bailarines, malabaristas, estatuas vivientes y bandas hasta en los restaurantes.