�Kirchner juró como presidente el 25 de mayo de 2003, con la obtención del 22,2% de los votos, el porcentaje más bajo registrado en la historia electoral del país desde la vigencia de la Ley Sáenz Peña de sufragio secreto y obligatorio, de 1912. El ex presidente Carlos Menem no se presentó a disputar el balotaje a raíz de la imagen negativa que pesaba sobre él en la población, que algunas encuestas de opinión estiraban al 70%. El riojano, había obtenido el 24,4% de los votos. 
El tercer postulante con las banderas del PJ, Adolfo Rodríguez Saá, quien ocupó la Presidencia al renunciar el radical Fernando de la Rúa, había sido quien declaró la cesación de pagos de la deuda externa durante la última semana de 2001. Entre los tres candidatos del peronismo (Kirchner, Menem y Rodríguez Saá) alcanzaron el 60% de los votos en aquella presidencial, que ocurría después de la consigna descalificadora ‘que se vayan todos‘, de los 37 muertes de los sucesos del 19 y 20 de diciembre de 2001, de los 17 meses del gobierno de Eduardo Duhalde, de los asesinatos de Maximiliano Kosteki y de Darío Santillán el 26 de junio de 2002. 
El asesinato de los militantes del Movimiento de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón, ocurrido en Avellaneda, provincia de Buenos Aires, quemó la posibilidad de que Duhalde legitimara su Presidencia en una futura elección.