Dicen que no hay en todo San Juan una capilla que cobije un puesto sanitario, como pasa en El Rincón, Caucete. Y no es figurativo: vista de frente, una de las alas del techo a dos aguas parece extenderse hacia su derecha, para acoger esa dependencia del Ministerio de Salud Pública. Se da en la esquina de Enfermera Medina y Colón, en el templo de Nuestra Señora de Guadalupe, que cedió su salón contiguo para que funcione un centro de salud.
"La iglesia se construyó en los primeros años de la década de 1980 y para 1987 se hizo el salón. Al tiempo salió la posibilidad de tener un puesto sanitario en el distrito y pidieron el salón. Así que le hicieron unos arreglos, montaron los consultorios y desde entonces la capilla y el puesto funcionan a la par", contó Adriana Domínguez, vecina y la responsable de abrir las puertas del templo.
Adriana relató que la capilla nació luego de que el sacerdote Vladimir Blasco trajera de México una imponente réplica de Nuestra Señora de Guadalupe. "Facsímil al tamaño natural. Se publica a los 450 años de la milagrosa aparición de la Reina de México, Emperatriz de las Américas e Islas Filipinas. 12 de diciembre de 1981", reza la imponente imagen de la Señora de Guadalupe en un cuadro que domina el templo, con la firma Ernesto Corripio, arzobispo de México.
El cuadro se lo encomendaron cuidar a un colaborador de la zona, Juan Carlos Vargas, quien ante tamaña responsabilidad buscó ayuda en Gabriel Villegas, otro vecino, por lo que ambos son considerados los promotores de la capilla, construida en un terreno que donó la familia Oviedo.
Bajo la mirada de la Virgen y la luz que atraviesa los vidrios amarronados, la capilla es el refugio también de las mujeres que rezan todos los martes y jueves, mientras tejen o pintan en tela. Por eso, el lugar respira delicadeza y feminidad, no sólo por Guadalupe, sino por los detalles de sus fieles. Y ahí está la otra particular de la capilla en El Rincón.
Apenas las puertas se abren, los peregrinos entran a un sitio lleno de flores, adornos, cartelitos y almohadones, realmente muchos almohadones sobre los bancos de madera. Los hay redondos, cuadrados, en forma de corazón, tejidos a crochet, a agujas o pintados a mano, varios entregados como promesas y otros creados por el simple cariño a la Virgen.

