Antiguamente fue una de las casas más lindas de la zona. De hecho, los vecinos con más años en el lugar dicen que fue uno de los primeros chalets que hubo. Su edificación es imponente y sigue intacta a pesar de que en algunas habitaciones ya no quedan ni rastros de lo que fue la casa en su esplendor. Se trata de la vivienda de dos pisos que está ubicada en la calle Urquiza, a metros de Pedro de Valdivia. Hace unos años, esta vivienda levantó polvareda porque la gente decía que estaba embrujada, ahora los vecinos piden que la demuelan o la cierren porque se volvió un aguantadero. La gente del lugar dice que teme pasar cerca de la casa cuando es de noche porque ingresan muchos jóvenes a drogarse y muchas parejas.
‘El que tira de la cuerda, no podrá salir jamás‘, dice una de la inscripciones que hay en la planta alta de la casa. Esta frase se suma a otras que también tienen un tono satánico. Incluso hay inscripciones que advierten que nadie ingrese al lugar. Sin embargo, los vecinos aseguran que todos los mitos sobre los fantasmas o una mujer que teje sin brazos son mentiras. Ellos aseguran que lo único anormal que pasa en ese lugar es la falta de control.
Es que, la casa abandonada queda totalmente oscura en las noches y dicen que ven gente que entra y sale sin saber para qué. Muchas personas de la zona dicen que los jóvenes entran a drogarse. En varios sectores de la casa se puede ver las latas de pegamento tiradas junto con bolsas de nailon. ‘Yo vivo en los fondos de la casa y ahora estamos levantado un paredón porque ya nos rompieron las ventanas a pedradas. Estamos cansados‘, dijo Daniela Castro, que vive ahí desde hace años. Al igual que ella, otros vecinos aseguraron que la casa es un peligro para la zona y que temen salir de noche hasta a la puerta de sus viviendas. ‘Yo vivo hace unos meses en esta casa -está justo al lado de la casa del problema- y me da miedo. En las noches escucho ruidos extraños y gritos. De hecho nunca abro la ventana de mi habitación porque me da miedo que me puedan mirar‘, dijo Vilma Domínguez, otra vecina.
La gente de la zona está cansada y ya presentó un reclamo a la Municipalidad de la Capital para ver si hacen algo. Ellos piden que la casa sea derribada o que el lugar se cierre de alguna forma que se prohíba el paso. Es que están hartos de esta situación.