El fallecido Carlos Prats y su esposa murieron el 30 de septiembre de 1974 al estallar una bomba adosada al vehículo en que se desplazaban en Buenos Aires, donde se exiliaron. El estadounidense Michael Townley, agente de la DINA, ingresó al garaje del general Prats y colocó una bomba bajo la caja de velocidades del Fiat 125 que usaba el militar. Al regresar Prats y su esposa a su casa en la calle Malabia 3305, Townley detonó el explosivo por control.
