�Una joven argentina con una ligera discapacidad mental y radicada con su familia en Israel desde 2000, será una de las pocas privilegiadas que podrá acercarse al Sumo Pontífice durante la ceremonia de bienvenida que le ofrecerá en Jerusalén el presidente Simón Peres, quien al conocer su caso esta misma semana decidió extenderle inmediatamente una invitación. La joven, llamada Laura del Milagro, de 19 años, nació en Tucumán en un parto prematuro con sólo 900 gramos, lo que después condujo a una retinopatía y a una ligera discapacidad mental como consecuencia de una falta de oxígeno en su incubadora. A la recepción del lunes con el Papa la joven acudirá del brazo de su padre. Será una sorpresa porque todavía no le dijeron que hará su sueño realidad.
