Con ropa que les donaron algunos vecinos y compartiendo un pequeño departamento con uno de sus nietos, Juan Abelín y su esposa Angélica Díaz intentan salir adelante tras el feroz incendio que los dejó en la calle, el domingo en la madrugada. Con la voz quebrada, Juan contó que no sabe cómo hacer para poder levantar su familia, pues él tiene 83 años, su señora tiene 80, son jubilados y perdieron hasta los ahorros que tenían. ‘Ahora estoy buscando en cajas con papeles quemados unos plazos fijos porque no sé qué hacer. Si hasta los documentos se quemaron‘, dijo angustiado el anciano, que cada vez que llora recibe una caricia de su esposa como respuesta.
El drama de esta pareja comenzó el domingo a primera hora de la madrugada, en la casa ubicada en calle Neuquén 37 Este, en el barrio Lebensohn, Chimbas. Ellos lograron salir gracias a que su nieto Francisco, de sólo 4 años, los despertó para avisarles que la casa estaba quemándose (ver aparte). ‘Nina -así le dicen los conocidos a Angélica-, hay fuego. Así me despertó el bebé. Si no fuera por él nos quemábamos, si cuando abrí los ojos las llamas ya estaban arriba del colchón donde dormíamos‘, dijo la mujer, que no quiere volver a ver su casa. Teme ver la realidad en la quedó la vivienda que comparte con su esposo desde jóvenes. ‘El ruido de los vidrios explotando vuelve a mi cabeza a cada rato. Perdimos todos nuestros recuerdos‘, agregó angustiada Angélica, quien intenta mostrarse más fuerte y a cada rato toma de la mano de su esposo, que es quien más llora.
A pesar de esta triste realidad, Juan se muestra positivo y agradece la ayuda. Está seguro que junto a su esposa sacarán fuerzas de donde sea necesario, pues tendrán que comprar hasta las ventanas. ‘No nos quedó ni ropa sana, todo está tiznado o quemado. Nos trajeron una caja con todos nuestros billetes quemados y mojados con el agua que arrojaron los bomberos. En la casa estaban nuestros sueldos y unos ahorros ($130.000). Ahora veremos cómo volver a empezar‘, dijo lleno de angustia.

