Durante buena parte de la mañana de ayer, unas tres cuadras de la avenida Ignacio de la Roza se convirtieron en un verdadero río de agua, luego de que se tapara una cuneta. Desde Salta hasta pasando Alem, la Central se convirtió en un problema para los ciclistas y motociclistas y para aquellos que estacionaban sus autos, ya que tenían que bajarse directamente sobre el agua que corría por la pendiente natural.

Sobre el mediodía, la situación se normalizó.