�Con las palabras del Papa se abrió ayer el debate del Sínodo. Francisco sostuvo que la Iglesia no debería ser un rígido ‘museo de memorias‘. La fe ‘no es un museo para observar‘ sino que debería ser una fuente de inspiración, dijo, llamando al sínodo a tener ‘coraje para dar vida y no hacer que nuestra vida cristiana sea un museo de memorias‘. Además, el Papa dijo: ‘Quiero recordar que el Sínodo no es un Congreso o un Parlamento donde hay que llegar a ponerse de acuerdo. El único método, agregó, es ‘abrirse al Espíritu Santo para iluminarnos ante nuestras opiniones personales y prejuicios por el bien de la Iglesia‘.
