Buenos Aires, 24 de noviembre.- El arzobispo de Buenos Aires reprochó al jefe de Gobierno porteño haber "faltado gravemente" a su deber de gobernante por su postura ante el caso. Durante la reunión Macri le respondió al cardenal que su condición de político lo obliga a "lograr la libertad e igualdad" de las personas. La cumbre tuvo lugar 8 días después de que una jueza porteña permitiera a una pareja homosexual contraer matrimonio.
Mientras la Iglesia emitió un breve comunicado sobre el contenido de la reunión, el jefe de gobierno brindó una conferencia de prensa en la que admitió tener "opiniones diferentes aunque soy católico", según remarcó.
En tanto, el comunicado del arzobispado sobre el temario del encuentro realizado a pedido de Macri, se recordó que el deber del mandatario es tomar medidas para que haya "certeza de la legalidad".
"La Constitución y los Códigos nacionales no pueden ser modificados por un juez de primera instancia. En tal caso corresponde al mandatario del Ejecutivo tomar todas las medidas para que haya certeza de la legalidad del acto, que en este caso no la hay, y de allí surge la obligación de apelar", indicó la Iglesia a través del comunicado.
Pero Macri al formular declaraciones a la prensa justificó su decisión personal más allá de sus creencias religiosas.
"Yo le dije que era una visión del tema. Mi decisión tuvo que ver con decisiones personales, porque el deber de un espacio político es lograr la libertad e igualdad, independientemente de las creencias religiosas", sostuvo.
Dijo además respecto del cardenal Bergoglio que "entendemos su posición y la respetamos" y se manifestó convencido de que la relación con el Episcopado seguirá igual pese a estas diferencias.
Destacó que el dictamen de la justicia porteña "es una medida cautelar" y que el matrimonio entre homosexuales deberá "discutirse en las instancias judiciales en profundidad".
