Fue el puntapié inicial para sumar nuevos destinos. Por primera vez, la Cabalgata Infantil que organiza la Federación Gaucha Sanjuanina dejó de realizarse exclusivamente en Capital para llegar a Rawson. Y la idea es que a partir de ahora, jinetes, amazonas, gauchos y paisanas empiecen a recorrer el Gran San Juan en cada edición, en una muestra de crecimiento de esta actividad gaucha federada que se encuadra en los festejos por el Día del Niño. Ayer, 150 chicos protagonizaron la V Cabalgata Infantil, que terminó en el club Trinidad, con juegos, regalos y shows.
Anteriormente, la columna de chicos a caballo y en carros partía de la Municipalidad de la Capital y concluía en la ex Estación San Martín. Ahora, la Federación Gaucha decidió salir del departamento, llegar a Rawson y por consiguiente, aumentar la distancia del recorrido, que en este caso fue más del doble que en los años anteriores.
‘Al principio, atravesar el centro implicaba mostrar y dar a conocer la Cabalgata Infantil, pero ahora ya está instalada y por eso decidimos aceptar los pedidos de los intendentes. Este año fuimos a Rawson y a partir de 2016 veremos si también llegamos a Chimbas y Santa Lucía’, explicó Rubén Balmaceda, presidente de la Federación Gaucha Sanjuanina.
La columna de chicos largó ayer pasadas las 16 en Caseros y Central y la mayoría lo hizo a caballo, pero otros la encararon en carros, desde sulkies a carretelas en formato chico, por eso algunos fueron tirados por ponis. En esta edición, llegaron participantes del Gran San Juan, Zonda, Ullum y Pocito.
Una vez en marcha, por calle Rivadavia avanzaron hasta Rioja y de ahí tomaron al Sur, para llegar al club Trinidad, por Mendoza pasando Cabot.
Algunos niños fueron cuidados en todo el trayecto por padres o hermanos más grandes, quienes a pie fueron llevando los caballos de las riendas (el resto de los familiares lo hizo en vehículos, que se encolumnaron en caravana); mientras que otros mostraron destreza para llevar animales de más 500 kilos de peso.
Una vez en el club, los chicos recibieron regalos, hubo jugo y facturas y sortearon bicicletas y juguetes. Además, se montaron shows de bandas, recitados y bailes folclóricos, siempre protagonizados por los niños.

