Camellia japónica, su nombre científico
La camelia es una planta de origen oriental, que llegó a Europa de la mano de los jesuitas. De hecho su nombre proviene de un padre jesuita, Camellus, que vivió en el siglo XVII. Hay más de 80 especies diferentes de árboles y arbustos e infinitas variedades de flores; todas ellas de gran belleza. Su flor es bastante grande, aunque su forma depende de la variedad. Las más sencillas tienen una corola con cinco pétalos y muchos estambres en grupos. Las dobles y semidobles tienen muchos más pétalos, son más cerradas y pueden llegar a parecerse a las peonías y a las rosas. Los colores de las flores van del blanco al púrpura, salmón, amarillo, rojo, rosa o bicolor. Las hojas son muy consistentes, ovaladas, con bordes dentados, terminando en punta, de un color verde oscuro muy brillante con el envés más pálido. Esta planta es símbolo de longevidad, fortuna y felicidad.
Requerimientos:
Luz : Camelia prefiere la semisombra y en climas calurosos está mejor orientada al norte.
Temperatura: Camelia es resistente al frío, pero agradece un acolchado de hojarasca, paja, serrín, etc. al pie.
Riego: No le gusta pasar sed. Asegúrate de que el terreno drena bien y procura no regar la Camelia con agua calcárea.
Suelo: Camelia necesita un suelo con pH ácido. Si tu suelo no lo es, añádele una capa de tierra de brezo, tierra de castaño o turba rubia para acidificarlo.
Problemas de la Camelia:
Plagas: pulgón, cochinilla, ácaros, gusano blanco (roen raíces) y gorgojo (Othiorrynchus sulcatus, escarabajo cuya larva destruye las raíces y el cuello).
Roya: hongo que se manifiesta por pequeños bultos en hojas. Evita su aparición haciendo pulverizaciones preventivas con caldo bordelés o algún fungicida.
Mancha plateada: (Pestalotia güepini) provoca en las hojas de Camelia resquebrajamiento y caída.
Clorosis férrica: las hojas amarillean por la carencia de Hierro. Añadir al terreno turba o sulfato de hierro para acidificarlo y para aportarle el Hierro.
La clorosis o amarilleo puede ser también por asfixia o pudrición de las raíces. Recuerda que la camelia a parte de odiar los suelos alcalinos odia los encharcamientos.
El exceso de abonado: Sobretodo en Nitrógeno hace que tire las hojas y se queman las puntas de las hojitas nuevas. Si te sucede esto, debes regar bien el substrato dejando que el exceso de nutrientes escurra con el agua.
El lugar: A pleno sol en una terraza sin humedad ambiental, hace que sus hojas mas tiernas se quemen. También ocurre cuando se lleva al sol una Camelia que estaba en la sombra o en interior. Recuerda que es una planta de media sombra.