Diez personas fueron las encargadas de trabajar en el carruaje en el que fue transportado San Antonio de Padua durante la peregrinación. Es que la Municipalidad decidió hacer un altar especial para el patrono, que desfiló junto a dos ángeles, 8 palomas de goma espuma posadas sobre fuentes de agua y arreglos armados con un total de 5.000 flores.

Según comentó Adriana Bolivó, encargada de Cultura del departamento, la tarea de armado del carro demandó 2 días.

En la estructura trabajó hasta un metalúrgico de la zona y se usó materiales diversos, como placas de MDF, yeso y jarilla de la zona. Además, detrás de la imagen de San Antonio de Padua se armó una especie de marco similar a los vitrós que suele verse en las iglesias con papel transparente de color celeste, que le dio un brillo especial a la figura.

“La idea surgió desde la Municipalidad. Buscamos que la imagen tuviera un contexto acorde al festejo. Las flores que usamos son blancas y rojas y logramos incorporar la jarilla como un elemento representativo del departamento”, contó Bolivó. Tanto por su colorido como por sus detalles, la estructura llamó la atención de los feligreses, que se reunieron frente a ella antes del inicio de las celebraciones para tomarle fotografías desde todos los ángulos posibles.