Por Javier Sillero

Tenía los ojos trizados de lágrimas. Una felicidad difícil de explicar. Apenas podía hablar de tanto llorar. La gente no se cansó de corear su nombre. 15 años en el club de sus amores y otro ascenso con Colón a la A (el anterior fue en el 2006). Una vez más José Goria fue clave porque cuando el partido estaba 0-0 tapó un penal. Pero la noticia que más le dolió pronunciar fue cuando dijo “Este fue mi último partido, con 37 años me retiro del fútbol, hoy es el día más feliz de mi vida. Merecíamos el ascenso, Colón tiene que morir en Primera”, señaló el Chivato, que justamente tiene un programa de radio en Fantástica Argentina del ascenso local.

Miren como son las cosas, pero después en frío, ¿pensará bien la decisión?. Después se lo consultó por su cábala: el gorrito de Guílligan, varios mueren por ese trofeo. “Lo voy a sortear en la radio, en el programa que tengo con otros chicos del ascenso”.

En la final del 2006 ante Zondina, gracias al último penal atajado por Goria, el Merengue ascendió. Ayer fue figura de nuevo, pero esta vez detuvo un penal en el primer tiempo, el Chivato contó que “me iba a tirar para el otro lado, pero cuando tomó carrera lo miré y cambié de opinión”, a su vez reconoció que le ganaron a un gran “rival, como 9 de Julio. Ellos no ganaron, porque no la metieron”. Se va un ídolo de Colón, un hombre que con la astucia de atajar penales le dio muchas alegrías al Merengue.