A Jorge Ferrero lo vieron en el partido que San Martín se enfrentó con River, en inferiores de AFA el año pasado. “Jugaste bien, pibe”, cuenta que le dijo uno de los coordinadores del equipo de Núñez tras el encuentro. “Estaba caliente porque habíamos perdido y ni sabía quién era. Sólo le dije gracias”, comenta el sanjuanino, que desde enero vive un sueño en la pensión que tiene el club para los juveniles del Interior. “Hay muchísimos acentos, chicos de todos lados. Sería muy difícil si no estuviese ahí. No me tengo que preocupar por otra cosa que no sea entrenar”, relata el también estudiante de Ingeniería Civil, en la UBA. “Por ahora voy bien, hay tiempo para estudiar si uno lo busca, pero cuesta mucho. Hay que hacer el esfuerzo”, agrega Ferrero.
