Los gauchos empezaron a cruzar los dedos y hasta hicieron todo tipo de ritual para que el próximo fin de semana el buen clima los acompañe. Es que se llevará a cabo la decimotercera edición de la Cabalgata a la Difunta Teresa, en Angaco, y desde que comenzó a hacerse esta travesía, los jinetes tuvieron que atravesar todo tipo de inclemencia climática.

La cabalgata, que largará a las 8 del sábado 17 de agosto, es organizada por la Agrupación Gaucha Difunta Teresa. Desde que la agrupación nació, en junio de 2001, festeja su aniversario con una travesía. Fue en 2011 cuando se decidió trasladar la cabalgata de junio a agosto para evitar el frío, pero hasta ahora, la medida no fue efectiva ya que ese año llovió y el año pasado tuvieron que cabalgar varios kilómetros envueltos en una densa niebla.

La columna saldrá del barrio Presidente Perón, que está en las Tapias, Angaco. La idea es llegar al oratorio de la Difunta Teresa, cerca del anochecer, que será cuando realicen un fogón. El año pasado participaron unos 2.500 gauchos.

LA OTRA DIFUNTA:

La historia de Teresa no es nueva entre los angaqueros, pero con esta cabalgata intentan que se conozca en toda la provincia. Teresa Merlo de Vargas vivía en un puesto de animales a 60 kilómetros de la villa de Angaco. Este lugar servía para que los gauchos y arrieros que iban a Jáchal y Valle Fértil se abastecieran. Teresa estaba embarazada de 8 meses y tenía 40 años cuando murió, en 1908. Fue una noche que caminó por el medio del campo para llevarle comida y agua a su marido que cortaba leña. La mujer se cayó y el golpe le produjo una hemorragia y murió. Su esposo intentó llevarla hasta el cementerio, pero la carreta se enterró y un temporal no lo dejó avanzar. El hombre tuvo que volver con el cuerpo de Teresa y sepultarlo donde ella le había pedido. En ese instante el clima se calmó. Desde entonces gauchos y pobladores de la zona le adjudicaron muchos milagros.