Con sus 20 años, Jimmy Sánchez, reconoce que pasa sus días “con mucha angustia, con pena, me gusta estar solo, no me gusta conversar. Ando enojado todo el día. Me cuesta quedarme dormido”. De todos modos, el menor de los 33 mineros no descarta volver a sumergirse en una mina, un trabajo que le sigue gustando a pesar de todo. .Lo que pasamos fue cosa del destino, pero gracias a Dios, estamos acá”, asegura.
