Ya en la previa del desfile para festejar el 259no. Aniversario de Jáchal se podía vislumbrar que la danza coparía la escena. Todo empezó con una versión contemporánea de Tango, interpretada por el grupo "Jóvenes unidos por la danza". Los siguieron las academias de danza departamentales, que avanzaron zarandeando y zapateando y bailaron el Pericón frente al palco. Pero, a diferencia de los desfiles que se acostumbra a ver en la provincia, el de Jáchal tuvo escasez de alumnos. Eso, por una resolución del Ministerio de Educación que no permitió el asueto en las escuelas.

Unas 7.000 personas, según los organizadores, se reunieron para ver el desfile y festejar el cumpleaños del departamento. Estaban pisando el asfalto recién inaugurado de la calle España, que antes era de tierra y se conocía como Calle Ancha.

Después de un acto que duró casi dos horas, en el que hubo discursos de las autoridades, que enumeraron las últimas obras realizadas en el departamento y la adquisición de movilidades para la Municipalidad (entre ellas una autombomba), comenzó el desfile.

Los jóvenes que interpretaron una versión moderna de Tango y desplegaron la Bandera argentina, fueron los dieron paso a la marcha de alumnos. A pesar de que estuvieron todas las escuelas, hubo pocos chicos de guardapolvo blanco. Según explicó el intendente de Jáchal, Jorge Barifusa, el motivo fue que el Ministerio de Educación mandó una resolución que impidió el asueto en las escuelas para participar del desfile. Por lo que sólo marcaron el paso 1.000 alumnos, entre los que forman parte del cuerpo de bandera y los del último año de los colegios. Aunque el intendente no supo explicar el motivo de la resolución.

Después de los estudiantes y antes de que pasara el resto de las instituciones, los alumnos de la EPET Nro 1 bailaron una chacarera. Y el ritmo aumentó cuando aparecieron todas las academias de danza del departamento juntas. Los alumnos de los talleres infantiles, de jóvenes y de adultos de esas instituciones mostraron sus mejores vestimentas gauchas. Y lograron que el público aplaudiera sin para mientras avanzaban. Al ver la columna de personas parecía que la calle se movía de un lado a otro. Pero, en realidad, eran los bailarines que desfilaban marcando un paso particular: las chicas avanzaban zarandeando y los varones hacían lo suyo zapateando. La alegría creció cuando un grupo se reunió frente al palco y bailó el Pericón moviendo pañuelos celestes y blancos.

Así, con la alegría de la danza típica argentina y gran parte del pueblo festejando, Jáchal conmemoró un año más.