San Juan, 10 de febrero.- El testimonio de Verónica, la tía de Tamara, la joven que la semana pasada recibió un disparo de arma de fuego en su rostro y se fue a su casa con el proyectil alojado en su cara, fue clave para que las autoridades del Hospital Rawson decidieran investigarán el por qué salió del nosocomio con tremendo cuadro. Es que la chica apenas puede masticar y vive un verdadero martirio al tener alojado justo debajo del oído la bala.
Buscan saber si existió negligencia, ya sea por autorizar que se fuera en ese estado o, en su defecto, si hubo un descuido que derivó en la fuga de la mujer. Además, confirmaron que ya se comunicaron con Tamara para darle la asistencia médica que le permita saltear su dolencia. “Ella tiene muchos dolores, mareos, dolores en la nuca y hasta sangrado de nariz”, relató la tía.
