Varios de los concesionarios del perilago de Ullum decidieron en las últimas dos temporadas invertir en sus complejos y dotarlos de servicios: piletas, quinchos, canchas, cabañas, etc. Pero a pesar del esfuerzo el flujo de gente no es ni por cerca el de los años dorados que tuvo el perilago y recuperar la inversión resulta un problema. A eso hay que sumarle que la navegación quedó trunca por el bajo nivel e incluso hizo que los amantes de ese deporte opten por viajar al departamento Iglesia (dique Cuesta del Viento) u otro espejo de agua de la región para realizar esta actividad.
