�Luego de un conflicto que tuvo casi paralizado a Iglesia desde junio de 2006, cuando el entonces concejal bloquista Jorge Espejo le inició un juicio político al entonces intendente Alfredo Allegui, acusándolo principalmente de no rendir cuentas de su gestión al Concejo Deliberante, en noviembre de ese año llegó la intervención. Estuvo a cargo del entonces secretario de Gobierno y Justicia, Guillermo Leonardi, quien llegó con la promesa de un ambicioso plan de obras con las regalías mineras.
Allegui, ya fallecido, había contestado con un pedido de inconstitucionalidad del proceso y cuando el trámite se encontraba empantanado, el Gobierno provincial dispuso la intervención al departamento y la disolución del Concejo Deliberante. La decisión política fue por ley de la Cámara de Diputados.
