Diseños, carteles, vestimenta, todo en composé y con detalles innovadores. Así, los alumnos de 6to año de la Escuela de Comercio General San Martín (dependiente de la UNSJ) presentaron sus productos en la 10ma Muestra Didáctica de Microemprendimientos. Los chicos trabajaron todo el año para crear su propia microempresa. Y su esfuerzo dio frutos ayer, cuando armaron stands en los pasillos del colegio y se dispusieron a vender sus creaciones. En la exposición se vio de todo: velas, perfumes, carteles, portarretratos y hasta sábanas y cortinas con diferentes estilos.

A partir de desechos

"Nos dimos cuenta que lo mismo que la gente desecha y produce contaminación en el ambiente podía servirnos para hacer cosas útiles y llamativas", comentó Laura Guardia. Por eso, ella se reunió con Valeria Cortez y juntas armaron la microempresa "Recycle world". Revisteros hechos con latas de conserva enganchadas con abrojos fue uno de los productos que elaboraron. Otra opción fueron lámparas hechas con palitos de helado y tubos de cartón. Y lo más llamativo de su propuesta: bancos armados con cajones de plástico de botellas de gaseosa y cerveza. "Nos ayudaron todos para juntar las cosas, nuestras madres, los vecinos y hasta el almacenero. Y ganamos dinero, al usar materiales reciclados tenemos costos muy bajos", contó Valeria.

Lámparas con estilo

El proyecto les demandó esfuerzo a Guillermo Codes, Facundo Durán y Rodrigo López. Ellos vieron las lámparas de burbuja, que tienen un líquido y una burbuja que se mueve por la fuerza del calor, e intentaron crearlas. Probaron con distintas combinaciones de alcohol y trementina, pero no lo lograron. Sin embargo, después de mezclar distintos líquidos y materiales, armaron sus propias lámparas: la de humo y la de papeles. En la primera mezclaron agua con jabón en una botella que colocaron sobre una lata que contiene el foco. Así, la botella irradia luz y el contenido se mueve por el calor. En la segunda, la mezcla fue de vaselina con papeles brillantes. El resultado: lámparas innovadoras con precios de entre 30 y 55 pesos.

Con instrucción artesana

Leonardo Cerdera, Francisco Alcucero y Alexis Montaño viajaron hasta Valle Fértil para aprender y conseguir los materiales de sus productos. Crearon adornos hechos con botellas rellenas con rocas de diversos colores y piedras que representan la formación del Valle de la Luna conocida como El Hongo, para vender a los turistas. Los artesanos de Usno fueron los encargados de hacerles conocer los distintos minerales y el modo de usarlos.

Cómodo y funcional

El parrillero parece común, pero su secreto está en que se puede transportar en un espacio mínimo. Maximiliano Santana y Nicolás Sala contaron con la ayuda de un metalúrgico y crearon las parrillas desarmables. Las rejilla superior se puede separar de las patas al sacarles un tornillo y, como sus partes están unidas por cadenas, se puede enrollar alrededor de los utensilios y quedar reducida a un pequeño elemento que se guarda en una bolsa y se transporta fácilmente.

Relojes modernos

Usando una caja de cigarrillos, Facundo Aciar y Cecillia Yañez armaron relojes despertadores. Para eso, cubrieron la caja con papel contact y luego le colocaron 12 tachas en círculo y las agujas de un reloj. Después, pusieron la máquina del aparato en el interior de la caja que se abre atrás. Así lograron crear los aparatos con un estilo postmoderno, los vendieron a 15 pesos y tuvieron una ganancia de más de 3 pesos por aparato.