Los jóvenes intentaban tomar sol acostados en el borde de la pileta y mostrar sus atributos físicos que tantos meses les costó conseguir en el gimnasio. Mientras, los más grandes disfrutaban del mate o una gaseosa tirados en césped. Éstas fueron las postales que se vieron ayer, el primer día en que todos los balnearios de la provincia abrieron sus puertas. Y a pesar de los 36ºC de temperatura máxima, la concurrencia no fue la esperada.

Es que, tanto en Del Bono Beach o en las piletas de Las Viñas y Las Brisas, esperaban que se arrimara mayor cantidad de gente que la que hubo ayer en la siesta sanjuanina. Una de las teorías de los empleados de los balnearios fue que la gente se amedrentó de ir a la pileta cuando vio que en plena siesta que se nubló el cielo. ‘Quedé con 5 amigas de venir a la pileta, pero hubo 3 que decidieron no hacerlo. Es que en la siesta se nubló un ratito y ellas temieron que lloviera cuando estuviéramos aquí‘, dijo Mariana Lucero, quién afirmó que a ella nada la iba a amedrentar y hacer desistir de ir a la pileta.

Como Mariana, hubo muchos que decidieron disfrutar de la pileta y se acercaron a los balnearios. ‘Para mí mejor, puedo acostarme a tomar Sol sin que me mojen otros o me molesten‘, dijo entre risas Guadalupe Pérez, acostada en el borde de la pileta de Las Brisas.

Pero también hubo muchos que fueron a las piletas, pero decidieron no bañarse y disfrutar de un asado, mate o una bebida con sus amigos. ‘No vine a bañarme en la pileta. Vine a disfrutar con mis amigos de un asado que voy a hacer yo una vez que baje el Sol‘, dijo Claudio Castro quien mientras preparaba todo para prender el fuego en un parrillero de Las Viñas.

Pero a pesar de que no asistió la cantidad que se esperaba, los balnearios ofrecieron todas las actividades que tenían disponibles. Así fue que el Del Bono Beach tenía todas sus piletas habilitadas, mientras que en Las Viñas la mayor cantidad de gente se ubicó en los parrilleros para disfrutar de un asado al lado de la pileta. En Las Brisas, el mayor atractivo fueron las mesas de ping pong y el metegol, sobre todo a partir de las 18.

A diferencia de las boleterías, en los buffets las ventas fueron superiores a lo esperado. Es que calcularon que la cantidad de galletitas, gaseosa y cervezas que vendieron, fue superior a los cálculos que habían hecho con anticipación. Incluso se mostraron preocupados por la cantidad de mercadería que les quedaba ya que temían que fuera insuficiente para poder hacerle frente a la demanda que tendrán en el resto del fin de semana.