Este viernes, a través del sistema de Flagrancia, condenaron a Cristian Javier Riveros, el empleado de Ambiente que fue descubierto cazando animales en la Reserva Don Camelo, en Ullum. En un juicio abreviado, recibió 3 años de prisión de cumplimiento condicional no irá preso), una multa de $5000 y la inhabilitación por 6 años para cumplir sus funciones.
Todo se desencadenó el pasado martes pasado sobre el mediodía, cuando personal de Áreas Protegidas de la Secretaría de Ambiente, en compañía de personal de Policía Ecológica, efectuaban recorridas de control e ingresaron a la Reserva Don Carmelo. Al llegar al refugio, observaron a varias personas y entrevistaron al sereno, quien manifestó que esas personas son familiares que lo estaban ayudando a cavar un nuevo pozo negro.
Al efectuar una recorrida por el lugar, a unos 300 metros del refugio, lograron divisar un guanaco agonizando, con tres disparos (dos en el cuerpo y uno en el cuello). Ante ello, regresaron y procedieron a mirar los vehículos estacionados. Al acercarse a una camioneta Toyota Hilux, propiedad de la Secretaría de Ambiente y que era conducida por Riveros, observaron una carabina marca Ruger, 22 largo sin proyectiles, con mira telescópica, un cuchillo Ñandú de 20 cm, 1 cuchillo pequeño y un par de guantes con sangre.
Los efectivos se vieron sorprendidos y, al consultarle a Riveros por el arma, manifestó que era de su propiedad y que no tenía papeles o autorización al respecto. Continuando la búsqueda, identificaron una camioneta Ford Ranger, con una pistola en el asiento del acompañante y a pocos centímetros halllaron 8 proyectiles calibre 22 largo, 2 vainas servidas y una mira telescópica.
Luego, en el interior del refugio, se procedió a secuestrar aproximadamente 90 kilos de carne de guanaco, que habría sido despostado con anterioridad, y que el guardaparques Riveros había colocado en bolsas negras para guardarlas en un freezer.
En total detuvieron a 15 personas, entre los que se encuentra Riveros.