San Juan, 21 de febrero.- Cloty Prolongo se desempeñaba hasta hace algunos días como autoridad interina en un hospital privado de la Capital, nosocomio elegido tradicionalmente por las mujeres gitanas para dar a luz a sus hijos, y es quien conoce desde siempre los problemas de esta comunidad.
Muchos son las familias gitanas que son analfabetas y carecen de DNI, razones que limitan un derecho básico como la identidad. Sin embargo, hace pocos años los gitanos comenzaron a exigir los certificados de nacimientos de sus hijos, que antes no eran entregados por negligencia o desconocimiento del personal.
‘Buena parte de los gitanos son indocumentados y generación tras generación esta problemática se extendió. Sin embargo, un día un par de mujeres llegaron a mi lugar de trabajo y me exigieron el certificado que se les pide en el Registro Civil para poder obtener el DNI y fue, en ese momento, cuando entendí los derechos que se les estaban negando‘, relató.
‘Cuando comenzamos a buscar en los archivos del hospital encontramos un par de papeles viejos que decían: ‘Nacido vivo el día tal, del mes tal, del año tal. No se extiende certificado de nacimiento, porque la madre carece de documentación‘. Quedé muda al leer esa nota que en el Registro Civil no sirve de nada‘. Agregó.
Fue así que más tarde, comenzaron a otorgarse declaraciones juradas dando cuentas del nacimiento de los menores, con los nombres elegidos por sus padres, y que a este momento sólo se conocían de boca en boca. Gracias a este documento, y la intervención de la Defensoría Oficial, más de 50 gitanos hoy cuentan con su Documento Nacional de Identidad.
‘Hoy hay una conciencia de parte de ellos de los derechos que tienen, de la posibilidad de acceder a la Asignación Universal por Hijos y de ser personas de derecho. Esto también ayudará a que cambie la perspectiva del resto de la sociedad respecto a ellos‘, concluyó Prolongo.
