Los primeros sorteos de unas 2.000 casas para la llamada “demanda libre”, es decir, los inscriptos en el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), se harán en alrededor de un mes, según dijo el ministro de Infraestructura provincial, José Strada.

El funcionario dijo que con el gobernador ya se han definido algunos criterios para la selección de los beneficiarios, ya que el padrón de anotados en el IPV, unos 65.000, supera ampliamente la cantidad de techos disponibles.

Aseguró que se dividirá el listado de anotados en tres grupos: los que llevan mucho tiempo esperando, los de espera media y los recientes inscriptos, sin especificar qué rango de años es cada uno. Sí se sabe que hasta 2003 los registrados en el IPV eran unos 5.000 y luego la cifra se disparó, según la visión oficial, al ver que se reactivaban los planes habitacionales.

Strada dijo que los que llevan más tiempo anotados, los llamados “históricos”, tendrán una especie de prioridad, ya que la mayoría de las casas, alrededor de un 60%, se sorteará entre ellos. Los de media antigüedad irán por un 25% y los de reciente, por cerca de 15%. Los porcentajes son estimativos, según el ministro, porque el Gobierno ya destinó una fracción de las casas a discapacitados y a ex combatientes de Malvinas.

Strada dijo que en la contemplación de puntaje entrarán variables como familia numerosa y condiciones actuales de habitabilidad, entre otros ítems de tipo social y apuntó que habrá un titular y un suplente por cada vivienda. Agregó que se está depurando el padrón de inscriptos para analizar bien sus necesidades reales.

Las viviendas en cuestión son construidas con el Plan Federal II y se prevén que estén listas cerca de agosto. Sobre la cuota, en abril Strada consignó que podría rondar los 300 pesos.