La cosecha 2009 tuvo una fuerte disminución respecto de la anterior en el orden del 28 % en toda la provincia , pero con cifras cercanas al 50 % en los departamentos de Caucete y 25 de Mayo, sector donde se concentraron los mayores daños por granizo, peronóspora y altas temperaturas con golpes de sol. No se registraba una merma de semejante magnitud desde 1996 oportunidad en que la sequía se llevo el 32 % de la producción. A continuación se detalla la marcha agroclimática del ciclo 2008/2009. Invierno El invierno 2008 resultó normal para San Juan con una acumulación de horas frío mayor a las 800 horas, cifra necesaria para la brotación de la vid. Se entiende por horas frío a la acumulación de horas con temperaturas por debajo de 7 grados centígrados. Si ello no ocurre, la brotación seria deficiente o despareja debido a un desbalance hormonal en la planta. La vid necesita aproximadamente 700 horas para cumplir con este requisito. La brotación en la provincia dio comienzo a fines de agosto en zonas primicias (Albardón, Carpintería) y en las mas tardías en la tercera semana de setiembre (25 de Mayo y Sarmiento), es decir hay prácticamente un mes de diferencia de inicio de brotación entre estos diferentes microclimas del Valle de Tulum. Primavera Como todos los años siempre los daños por heladas tardías afectan de manera especial a las uvas con destino al consumo en fresco y pasas y en menor medida a las uvas de vinificar. Pero en la primavera 2008 heladas de importancia dañaron parrales y viñas en forma considerable provocando necrosis en los brotes tiernos y por lo tanto dejando menos brotes fértiles, es decir menor cantidad de flores. En prefloración también las heladas tardías afectaron la planta generando por ende menor tamaño del racimo y alterando la forma típica del mismo. Estos daños por fríos no fueron detectados visualmente por gran parte de los productores, por eso el fenómeno paso en muchos casos desapercibido. Es aquí donde la producción sufrió la primera causa de la merma. Al final de la primavera en el período post-cuaje y envero (pinta) aparecen los primeros focos de ataque del hongo de la peronóspora atacando las hojas . Los primeros focos se detectaron principalmente en Caucete, 25 de Mayo y Sarmiento, los tres departamentos que concentran el 40 % de la producción total de la provincia. A fines de noviembre una caída de granizo afectó severamente a los viñedos de los departamentos de 9 de Julio, localidades de Rawson, Pocito y un sector importante de Caucete, con daños del orden de entre un 30 al 100%. Verano Al comienzo del verano los ataques de peronóspora se extendieron provocando la caída de hojas, generando con ello una disminución de sustancias nutritivas provocando menor tamaño de racimo y granos pequeños. Además el hongo agredió a los racimos generando que los granos se secaran y necrosando el raquis, generando por ello menor número de bayas. El daño generado por el patógeno produjo un alto impacto en la merma final de la cosecha. Un fenómeno a destacar fueron las altas temperaturas registradas en las casillas meteorológicas por arriba de los 35 grados centígrados. Por arriba de este valor la respiración de la planta se ve muy afectada y ello provoca que entre en un severo shock si las condiciones se mantienen por largo tiempo. Esto ocurrió este verano en San Juan y la zona este de Mendoza. Entre el 20 de enero y el 6 de febrero los registros de las estaciones del INTA indicaron valores de temperaturas máximas de 36, 38 y 41 grados centígrados en termómetros que se encuentran al abrigo del sol, lo que a nivel de follaje y racimos sería unos 15 grados mas aproximadamente. En este momento las pérdidas en los departamentos de Caucete y 25 de Mayo ya tenían disminuciones del orden del 30 % cuando recién sólo se había dado comienzo a la cosecha de las uvas blancas para vinos de alta gama caso Sauvignon, Chardonnay y Viognier. Seguramente contribuyó también a este caos la falta de pulverizaciones o la mala aplicación de los agroquímicos contra la enfermedad por parte de los productores. Las altas temperaturas volvieron a manifestarse a partir del 17 de febrero y se mantuvieron durante toda la cosecha. La caída de hojas y desfoliación y las altas temperaturas generaron un importante escaldado y deshidratación de bayas. Este fue a mi juicio el golpe letal para que la cosecha cayera estrepitosamente a niveles alarmantes en los departamentos mencionados. Evidentemente la caída de hojas y los golpes de sol hicieron que la planta enviará menos reservas azucaradas para sus frutos y prefirió destinar a reservas en troncos y raíces. Esto generó también que los granos sean mas pequeños y pesaran menos. Otro factor negativo del efecto climático fue la rápida concentración de los azúcares por deshidratación de bayas, pérdida importante en los colores de las bayas y baja producción y maduración de los taninos. Variedades Evidentemente el clima no afecto a todas las uvas de igual manera. En uvas rosadas la mas castigada fue la Criolla con el 50 % y la Cereza, con el 31 %. En blancas las uvas para vino corriente fueron las muy afectadas. Pedro Giménez con el 44 %, Torrontés el 40 % y el Moscatel de Alejandría con el 39 %. Las de alta gama como el Chardonnay tuvieron mermas del 25 % y el Sauvignon Blanc del 17 %, seguramente porque se cosecharon primero y no sufrieron tanto las altas temperaturas. Un dato curioso es que el Viognier presentó un aumento del 8 % debido a la entrada de nuevos viñedos en producción. En tintas la uva que mas sufrió fue Bonarda con 41 %, Merlot 30 % , Syrah 28 %, Malbec 27 % y Cabernet Sauvignon un 24 %. El Tannat presentó una merma del 11 % lo que indica que esta cepa tiene una muy buena resistencia ante las altas temperaturas.
