No hace un show de stand up, pero engancha ni bien comienza a hablar. Mezcla su historia personal con la palabra de Dios. Relaciona el mensaje del Evangelio con la vida actual. Es fácil seguir el hilo de su relato que, como una montaña de emociones, puede llevar de la risa al llanto en el lapso de pocos segundos. Así, con una pizca de humor bien cordobés y mucha música, Sebastián Escudero logra hipnotizar a su audiencia. Es un predicador católico, profesor de teología y músico que llegó a San Juan para dar charlas motivacionales.
La vida de Sebastián no fue fácil. Hijo de padre golpeador, su madre quiso abortarlo en tres oportunidades y con grandes poblemos para enfrentarse a la gente, cuando tenía 10 años intentó suicidarse en varias oportunidades y por ello terminó internado en un psiquiátrico. Pero, como si fuese un milagro, según su relato, Sebastián se convirtió luego de escuchar la letra de una canción. Su historia de dolor, rechazo y aislamiento impacta a quienes lo escuchan. Pero el cordobés sabe mantener los climas y lleva a la gente de reirse a carcajada, cuando cita al mismo Rodrigo, hasta el llanto, cuando relata el momento en que pudo perdonar a su padre. Un innovador a la hora de llevar la palabra de Dios a sitios donde no es usual escucharla, Sebastián está acostumbrado a tratar con jóvenes ya que es docente de escuelas secundarias. Su modo de predicar lo llevó a Europa y a varios países latinoamericanos. Pero a pesar de la espectacularidad de las grandes masas como público, este cordobés de treinta y pico de años, confiesa que disfruta de las charlas con pocas personas. Una de esas fue la que dio ayer a un grupo de periodistas en el Arzobispado.
Un hombre optimista, que no se quedó clavado en su pasado oscuro, enseña cómo usar el Evangelio para salir adelante y para intentar ser feliz. Pero no sólo usa las palabras a la hora de transmitir sus experiencias. Para él la música es una de las herramientas más eficaces. Es por eso que, además de haber publicado libros, también editó varios CD con música religiosa.
Como buen docente de teología, fundamenta cada palabra. Estudioso de la biblia, siempre encuentra alguna parábola para traerla a la actualidad y plantear la reflexión en cada grupo que enfrenta.
