Unos 200 vecinos de Fray Bentos salieron a contrarrestar la marcha del lado argentino con una manifestación en la que expresaron su animadversión y rencor hacia los ambientalistas argentinos, a los que tildaron de “coimeros” (corruptos). Los manifestantes, en su inmensa mayoría familiares de personas que perdieron su empleo por el bloqueo en la frontera, exigieron al Gobierno argentino que abra el paso fronterizo de una vez por todas. A su juicio, el hecho de que desde Buenos Aires aún no se hayan tomado medidas para abrir la frontera se debe a que a la Administración de Cristina Fernández “le conviene la situación” y porque “no le importa Uruguay en lo más mínimo”. Además, consideran que cualquier planteamiento “ecologista” que hubiera podido tener la Asamblea de Gualeguaychú hace tiempo quedó fuera de lugar en favor de otros intereses “políticos o económicos”. Los uruguayos denunciaron que mientras ellos cumplen con las normas, en el lado argentino los “piqueteros” ejercen de porteros, cobran coimas (sobornos) a los que quieren pasar y cuentan con la ayuda de las autoridades locales, quebrando todos los acuerdos del Mercosur y de la buena vecindad”.
