Práctica. Adriana es una de las mujeres con mayor experiencia dentro de la rama joven de la Unión Industrial de San Juan y por eso es consultada de manera permanente.

Graziani es una empresa familiar con más de 56 años en el rubro de la distribución, fabricación y fraccionamiento de bebidas en la provincia de San Juan. Adriana es la segunda generación de industriales y es la responsable de la incorporación de la compañía familiar al nuevo paradigma de la comunicación con el cliente. 

"Comencé a trabajar con 20 años, con bastantes temores porque el sector industrial ha sido siempre muy masculino. Sin embargo, hoy con 44 años estoy a cargo de todo lo que se refiere a tema de imagen, posicionamiento de marca, etc.", explicó Adriana. Y agregó: "Soy la más joven de los hermanos, teniendo en cuenta que mi papá tiene 80 años, somos de generaciones muy diferentes. Costó bastante hacer entender que hoy en día trabajar no significa estar solo 16 horas al lado de una de las máquinas. Hoy arremangase para trabajar significa apostar a la comunicación, a la tecnología, a la innovación y sobre todo al diálogo con el cliente de manera permanente". 

La empresaria explicó que al incorporarse a la compañía familiar, se encontró con resistencias ante la necesidad del cambio de imagen, estrategias de venta, necesidades tecnológicas y otros aspectos. 

"Ellos debieron resignar un poco la dura estructura con la que venían para dar paso a las nuevas generaciones. Con la tercera generación hay una brecha más corta, de 10 años, por lo tanto estamos más al corriente en lo que se refiere a sistemas, computadoras, uso de celulares aplicados al trabajo, etc. Ellos entienden que cada paso que uno da es una prueba, la cual puede salir bien o no. Pero por suerte las nuevas generaciones aprenden muchísimo más rápido, y sobre todo de los errores", evaluó. 

Diplomaturas, desarrollo de habilidades blandas, liderazgo y gestión, son algunos de los cursos y perfeccionamientos que ha realizado Adriana en el marco de su función dentro de la compañía, entendiendo que la actualización es un elemento fundamental que exige el mercado. "Las nuevas generaciones de industriales tienen una capacidad de adaptación impresionante, están mirando al mundo, no sólo a San Juan como se hacía antes. Tienen la mirada puesta en parecerse a las grandes empresas a nivel internacional, lo que te lleva a ser más competitivo, con estándares más elevados. Dejamos de fijarnos en nuestro competidor de aquí a la vuelta, sino que empezamos a medirnos con empresas de otros países, teniendo objetivos muchísimos más superadores", aseguró la empresaria.

Empatía. La empresa Graziani mantiene actualmente un diálogo fluido con los empleados y clientes para amoldarse a las cambiantes necesidades del mercado.

La más chica de los Graziani es parte de la Unión Industrial de San Juan Joven (UISJJ), donde alienta a la realización de cursos e intercambio de experiencias para nutrir a los futuros líderes del empresariado local. "Hoy se respira esto de ser emprendedor, de ir siempre hacia delante, de entender que la industria nunca puede quedarse quieta. Los jóvenes de la UI usamos nuestros encuentros casi a modo de terapia. Comentamos nuestros problemas, transmitimos nuestras experiencias para saber cómo resolvió otro empresario el problema con los empleados o con los créditos, o dilucidar cuáles son las mejores herramientas para realizar un traspaso generacional", dijo. 

En este contexto, Adriana explicó que décadas atrás, el gobierno, la industria, el comercio y los sindicatos eran compartimientos segmentados, mientras que ahora, destaca cada vez más la importancia de la comunicación transversal entre estos actores para mejorar la situación general de la sociedad.

20
son los años que lleva Adriana apostando al diálogo con el cliente y al cambio de concepto ambiental y social dentro de la empresa familiar.