Ayer, cuando se cumplieron los 54 años del fallecimiento de Eusebio de Jesús Dojorti, más conocido como Buenaventura Luna, los jachalleros le rindieron un homenaje más que emotivo en Huaco, pueblo natal del poeta, con una ceremonia organizada por la Municipalidad de Jáchal. El acto fue realizado en el Cementerio de Huaco, uno de los pocos del mundo donde los homenajes se realizan cantando. Allí se reunieron las principales autoridades norteñas y del mundo de las letras y cultura regional. Hubo ofrendas florales, silencios profundos, una invocación litúrgica y discursos que hicieron referencia a la obra literaria de Don Buena.

Entre quienes disertaron recordaron el paso por la política de Don Buena, la persecución y el destierro de los que fue víctima, su actuación al frente de conjuntos como Los Manseros de Tulum y la Tropilla de Huachi Pampa, y sus últimos momentos, hasta su fallecimiento en Buenos Aires.

Y el clímax de la emoción llegó cuando todos los presentes entonaron las estrofas de Vallecito, la canción que escribió el poeta y que hoy tiene casi valor de himno para los huaqueños.