Nunca antes se había realizado un trabajo así: sacar tubo por tubo, desarmarlo, desabollarlo, enderezar su punta, limpiarlo por dentro, esmerilarlo y probarlo hasta que suene tal como cuando fue creado. Con el plus de reforzar la estructura que los sostiene, para que no vuelvan a quedar en mal estado. Ese es el trabajo que dos uruguayos están realizando, para dejar como nuevo el órgano del Auditorio Juan Victoria. Ellos desarrollan una tarea que no se había llevado a cabo antes y dicen que, si sale bien, no tendrán que hacerla nunca más.

El escenario que en las noches de gala sostiene a los músicos e instrumentos, desde el lunes pasado parece un taller. Los pinceles, lijas, sierras y reglas están prolijamente colocados en fila sobre el piso de madera. Al lado, una prensa soporta un caño en el cual se pone cada tubo para sacarle las abolladuras. Todo para reparar los 147 tubos plateados y cobrizos que se puede ver en la fachada del órgano.

‘De los tubos que estamos arreglando, unos 50 están en muy mal estado. De hecho, hemos tenido que cambiar las puntas de varios‘, comentó Sergio Silvestri, quien realiza el trabajo junto a su primo, Alfonso Silvestri. El hombre mostró uno de esos tubos y señaló la punta arrugada. ‘A estos los estamos arreglando y a los que están bien los reforzamos con una varilla de acero‘, dijo. Mientras que, Alberto Bustelo, director del Auditorio añadió que ‘las puntas de los tubos más grandes estaban tan mal que teníamos miedo de que se cayeran. Por eso, muchos estaban atados con una cinta‘.

Según Sergio Silvestri, quien estudió en la fábrica alemana en la que se construyó el órgano, el motivo del mal estado de los tubos tiene que ver con el paso de los años y las vibraciones del suelo. ‘Uno de los problemas es que en 42 años esto se desgastó por su propio peso. Además, los movimiento telúricos de San Juan hacen que la estructura que los sostiene vibre, así se doblan. Por eso, vamos a reforzar esa estructura para que sea más estable‘, comentó el organista.

Tanto esas obstrucciones como la suciedad que se acumula en los tubos hace que muchos suenen desafinados o que directamente no produzcan sonido alguno. ‘El órgano se ha podido seguir ejecutando porque es un instrumento de múltiples recursos. Permite que el músico deje de usar una tecla y haga sonar una similar. Pero eso no es lo óptimo‘, explicó Sergio. Y señaló que ‘si el trabajo sale bien nunca más se va a tener que hacer un arreglo tan profundo‘.

PASO A PASO

El trabajo que se está haciendo es tan amplio que demandó que la tarea fuera separada en tres etapas. La primera se desarrolló en enero de 2010 e implicó la reparación de la consola. Según Bustelo, demandó una inversión de 35.000 pesos. Por su parte, la tarea que se está desarrollando ahora, que implica la reparación de los tubos de la fachada, tendrá un costo de 78.000 pesos. Esa etapa finalizará dentro de unas 2 semanas. Lo que aún no se calcula es el costo de la tercera parte, que se ejecutará en enero de 2013 e implica el mismo trabajo pero en los 3.418 tubos que están en la parte de atrás.