Entre prueba y error, tardaron poco más de tres meses en hacerlo, pero el trabajo valió la pena. Dos alumnos de Cuarto año del Colegio Central Universitario construyeron un biodigestor que no es otra cosa que un aparato para generar biogás, en este caso con heces de conejo y caballo (ver infografía) dentro de un bidón de dispenser. El trabajo fue la sensación de la feria estudiantil en el marco de la llamada Semana de las Ciencias Naturales.
Los chicos son Andrés Peralta y Joaquín Lage, ambos tienen 15 años y cursan el Cuarto año de Ciencias Naturales del Central, dependiente de la UNSJ. “Nos llamó la atención la experimentación con biogás y lo primero que hicimos fue tratar de generar metano con desechos de verdura y fruta, pero no funcionó. Seguimos investigando y decidimos probar con estiércol. Fuimos hasta una finca y nos dijeron que lo mejor era el guano de conejo”, contó Andrés.
Al estiércol de conejo lo mezclaron con el de caballo, un poco de basura orgánica y la primera prueba fue, literalmente, una explosión de alegría. “Le pusimos un fósforo encendido a la salida del gas y salió una llamarada. Nos volvimos locos, porque vimos que funcionaba”, agregó el muchacho.
“Nuestro digestor es un bidón de dispenser, pero una pileta cerrada de aproximadamente 3x3x1,1 metros, algo así como 10m3, puede alimentar una cocina durante 8 horas seguidas. Vamos a seguir experimentando”, contó Joaquín. Es más, los chicos contaron que para la feria del año que viene, harán un digestor con dos grandes tanques de plástico, para cocinar hamburguesas y papas fritas en el colegio.
Por otro lado, la feria mostró otros interesantes trabajos relacionados a afecciones del sistema circulatorio y de tejido conectivo, además de genética. “Año tras año no deja de sorprenderme la creatividad y la habilidad de los chicos en estas ferias, que no son otra cosa que enseñar rompiendo con los límites del aula clásica. Si les damos trabajo, los estudiantes responden así”, dijo Esther Sánchez, directora del Central Universitario.

