El lunes el cordobés le dijo a DIARIO DE CUYO que quería hacer un gol para poder regalárselo a los hinchas y cumplió. Fue el primero, el que abrió el camino y le dio tranquilidad en un momento difícil en cuanto al juego colectivo.

Iban 25´ y la cabeza de Tanque ganó en las alturas. Sueño cumplido y otra alegría. La misma que sintió en San Luis el pasado fin de semana para traerse una victoria. “EStoy muy feliz por el gol, que además sirve para ser puntero. Sabía que íbamos a ganar porque era en lo único que pensábamos”.

Y así como Arrigo fue aplaudido. Del otro lado de la cancha varios fueron los insultados. Estaba claro que había 5 jugadores y el DT Dillon, con pasado puyutano. Pero a quien más le hicieron notar su desagrado por vestir otra camiseta, es al único del sexteto que nació en Desamparados. Fue Silvio Prieto, quien desde que ingresó y en cada pelota que tocó lo silvaron. Detrás se ubicó Badaracco. Esta claro, los hinchas no le perdonaron la traición a ambos.