El comienzo de clases puso en el tapete un tema que, hasta el momento, ha dificultado el normal desarrollo del Ciclo Lectivo 2010: la falta de porteros a causa de la Asignación Universal por Hijo. Ahora salió a la luz que este beneficio se otorgó de manera compulsiva a todas las personas que tenían un plan social e hijos menores de 18 años, sin darles la posibilidad de elegir. Y hay quienes no lo quieren. Es el caso de cuatro porteros que trabajaban en diferentes escuelas que prefieren seguir desempeñándose en esta función pero por un sueldo digno, antes que recibir $180 pesos por hijo sin hacer nada.
Desde el Ministerio de Desarrollo Humano dijeron que pueden renunciar al beneficio, pero que depende del Ministerio de Educación que los contraten para este trabajo, un riesgo que la gente no se anima a tomar. El lunes último se informó que en las escuelas hay unos 500 porteros menos este año, porque dejaron los planes sociales que recibían para cobrar la Asignación Universal por Hijo.
Ayer por la mañana los padres de los alumnos de la Escuela Werfield Salinas cortaron la calle y tomaron el edificio en reclamo de porteros, lo mismo que sucedió en las escuelas República de Chile y Enrique Pestalozi en el transcurso de esta semana. Pero, paradójicamente, en esta última protesta también participaron tres de los porteros que hasta antes de recibir la Asignación Universal por Hijo, trabajaron en el edificio por un Plan Jefes de Hogar o por un Plan Estratégico de Crecimiento (PEC). Pedían volver a trabajar, pero por un contrato y sueldo digno. "A nosotros nadie nos preguntó si queríamos este plan por hijo, y nos pasaron directamente -dijo Sonia García, que trabajó de portera en esta escuela por 10 años-. Y ninguno de nosotros lo quiere. Queremos seguir trabajando, pero por un sueldo digno, y no cobrar una miseria por no hacer nada. Queremos que nos contraten".
Lo mismo opinaron Gladys Bustos y Alfredo Guevara, los otros dos porteros que trabajaron por años en la Escuela Werfield Salinas, mediante un plan social, y Lucrecia que trabajó en otra escuela de Chimbas y que expuso su caso a través de la radio. Todos están luchando para que los contraten, aunque eso implique renunciar a los $180.
Frente a esta situación, el ministro de Desarrollo Humano, Daniel Molina, explicó que a nadie se le consultó si quería recibir la Asignación Universal por Hijo, y que cualquiera puede renunciar al beneficio. "El Ministerio de Acción Social de la Nación hizo un traspaso compulsivo a este plan de todos los que estaban en condiciones de recibirlo -dijo Molina-. La razón es que se priorizó, ante todo, garantizar la salud y educación de los chicos, y que las madres puedan ocuparse de la crianza de sus hijos sin tener que salir a trabajar, teniendo esta asistencia económica. Ahora todo el mundo sale a criticar el tema de la Asignaciones Universales, pero nadie ve los indicadores positivos".
El funcionario se refirió a cómo se responsabilizó a este plan social de dejar sin mano de obra al campo, y ahora a la escuelas. También, del colapso generado en algunos edificios escolares que se vieron desbordados por la demanda de alumnos para el Nivel Inicial y para la Secundaria, ya que para cobrar este beneficio es obligatorio que los chicos estudien. Y en estos aspectos, Molina deslindó responsabilidades. Dijo que "no le corresponde al Ministerio de Desarrollo dar solución a la falta de porteros o de infraestructura porque eso es competencia pura y exclusivamente del Ministerio de Educación".
DIARIO DE CUYO trató de hablar con los funcionarios de este ministerio para obtener respuestas a los reclamos de padres, docentes y porteros de diferentes escuelas, pero fue imposible. El jefe de Logística, Efraín Martínez, emprendió un viaje de dos semanas, según informaron desde esa cartera. Y la ministra de Educación, Cristina Díaz, ayer no contestó ningún llamado de prensa, tal como lo hizo a lo largo de esta semana.

