En la Municipalidad de Rivadavia resuenan las quejas: quieren relanzar a la oferta turística una zona clave del parque Federico Cantoni, y para hacerlo recurrieron a la Justicia para desalojar a quienes tienen hoy concesionados esos espacios, porque les deben mucha plata. Básicamente, lo que pretenden es volver a poner en concesión el combo de la hostería, la vieja pileta y las cavas. El prestador del primer espacio ya está en pleno trámite para irse, pero las cavas están actualmente en litigio, ya que el municipio demandó al concesionario para rescindirle el contrato y desalojarlo porque tiene una deuda que, según datos oficiales, alcanza los 300.000 pesos.

Quien alquila hoy las cavas es la champañera Cavas de Zonda, ubicada en el interior de ese túnel de unos 200 metros en el corazón del cerro, en plena Quebrada de Zonda, el lugar turístico por excelencia del departamento Rivadavia. Según dijo el intendente Elías Alvarez, el concesionario dejó de pagar hace "muchos años" la cuota mensual de 800 pesos por ocupar ese lugar, donde entran, según se les dice a los visitantes, unas 70.000 personas al año.

"Iniciamos acciones contra ellos hace 2 años, y la causa por el desalojo recayó en el Juzgado de Paz de Santa Lucía en junio pasado", dijo el Intendente. Agregó que los abogados del municipio se contactaron con el Juzgado para explicar la necesidad de que salga su trámite, y que fueron escuchados. "Sin eso, no podemos concretar nada con los muchos interesados que tenemos en explotar turísticamente toda la zona", dijo Alvarez, para agregar que quien se mostró con más expectativas es un grupo empresario de Mendoza, que representa a capitales italianos, para alquilar todo el paquete y remozarlo para la actividad turística.

Mientras tanto, en la Justicia se lleva dos causas separadas (la deuda, en el fuero Civil, y el desalojo, en el Juzgado de Paz), y quien negocia con Rivadavia por parte de la empresa es José de Paul, ex concesionario del Servicio de Estacionamiento Ordenado en el centro de Capital hasta marzo de 2005.

Las cavas no son el único lugar que quedó envuelto en polémica. Recién la semana pasada llegaron a un acuerdo el municipio y el concesionario de la hostería de la zona, un empresario de apellido González, para "liberar" ese lugar y volver a concesionarlo. Es decir, dejar sin efecto el contrato a partir del próximo 10 de diciembre. Resulta que el hombre también tiene una deuda, que según las autoridades es de unos 100.000 pesos (intereses incluidos), por no pagar desde hace al menos una década el alquiler mensual de 400 pesos.

El tercer espacio que Rivadavia quiere ofrecer a los interesados es la pileta que está al pie de la Cabeza del Indio. Este balneario está fuera de servicio y, según los registros del municipio, dejó de funcionar hace entre 15 y 20 años.