“El deterioro en la salud que tienen nuestros hijos con los anticonvulsivos es terrible, es la muerte día a día. Además, dejás de verles la sonrisa de tu hijo, la expresión en sus ojos, sus movimientos ya no son iguales y hasta pierden la memoria. Tener un hijo con epilepsia refractaria también afecta a toda la familia, por eso esta media sanción es un alivio, es saber que alguien se está poniendo en los zapatos de quienes padecen y conviven con la enfermedad. Quienes se oponen al uso medicinal del cannabis es porque no tienen un hijo con esta patología”, dijo Laura Altamira. Ella es una mamá que fundó el grupo Epilepsia San Juan para darle contención e información a padres y epilépticos, una labor que la convirtió en referente. Así como ella, hay cientos de sanjuaninos que padecen epilepsia, esclerosis, fibromialgia o distintos tipos de cáncer que esperan que el proyecto de ley que ya tuvo media sanción en el Congreso se convierta en una normativa nacional que permita el uso medicinal del aceite de cannabis. Referentes de distintos sectores sanjuaninos brindaron un fuerte apoyo al avance de la iniciativa y son optimistas en que una vez que se convierta en ley ayudará rápidamente a aliviar las cargas de estos graves padecimientos.
Impulsado por el oficialismo, un sector del massismo y del bloque justicialista, el proyecto autoriza el uso del aceite de cannabis para algunas enfermedades y también establece un marco regulatorio para la investigación médica y científica, pero no permite el autocultivo. “Fue un paso muy grande, fue visibilizar una situación por lo que atraviesan muchas familias, como quienes integran Epilepsia San Juan. Un día me vinieron a ver, conocí sus padecimientos y desde entonces trabajé para proyectar la normativa”, dijo la diputada nacional Daniela Castro.
El ministro de salud, Castor Sánchez, también se mostró a favor. “Entiendo que (el aceite de cannabis) da muy buenas respuestas en casos puntuales y en San Juan ya tenemos personal trabajando en el área de neurociencia, aunque no hemos realizado experiencias propias. Habrá que respetar los tiempos legislativos y ponernos a disposición por si avanza como normativa”, señaló el funcionario. Esto es clave porque el proyecto de ley contempla que sea el Estado, canalizado a través de Salud Pública, el encargado de afrontar los tratamientos que requieran aceites de cannabis.
El científico sanjuanino Martín Bruno, doctorado en medicina y posdoctorado en enfermedades neurodegenerativas, afirmó que si bien en Argentina recién ahora se debate, el uso terapéutico del cannabis ya ha dado resultados muy positivos en diferentes partes del mundo que lo tienen autorizado. “Las generalidades no ayudan, no se puede asociar el uso terapéutico del cannabis a la droga o al abuso que ciertas personas hacen de estas semillas. El beneficio para personas que padecen ciertos pacientes es muy alto. Y para evitar cualquier mal entendimiento de la norma, lo que tiene que pasar es que el Estado controle exhaustivamente y permita los tratamientos bajo reglas claras, con un ente regulador como puede ser el Ministerio de Salud”, indicó.
La Iglesia Católica también apoyó la iniciativa que ahora debe ser tratada en Senadores. “Es un proyecto razonable y está bien elaborado porque permite el tratamiento pero prohibe el autocultivo, algo que puede dar lugar a exageraciones o mal uso de la ley. Además es positivo que sea el Estado quien provea la medicación en forma gratuita para tantas personas que lo necesitan y no tienen recursos. Aliviar el dolor es uno de los objetivos de la medicina y de la bioética”, dijo el sacerdote José Juan García, quien además de su labor pastoral integra el Comité de Bioética de la UCCuyo.