Así como ante San Lorenzo el arbitraje de Germán Delfino influyó en la derrota que terminó mandando al verdinegro a la Promoción, tras el gol que convalido de Bueno tras la falta sobre Corti, ayer Pablo Lunati tuvo sus errores que perjudicaron a San Martín en la primera mitad. La primera fue una alevosa infracción de Lequi sobre el Gurí García que ignoró, cuando incluso era para amarilla. Que de haberla recibido hubiese sido expulsión minutos después cuando vio la amonestación en otra jugada. Pero también ignoró el golpe de Jesús Méndez sobre la cara de Marcelo Carrusca con su mano izquierda, al sancionar sólo tiro libre. Al igual que no sancionó, en mitad de cancha, dos claras manos de Alderete Alderete. Y ya sobre el final del segundo tiempo, cuando había adicionado 5 minutos, luego lo agregó uno más por considerar que San Martín hacía tiempo en cada pelota detenida. “Creo que dirigí de manera correcta, no creo que fuera uno de esos partidos donde los árbitros debemos tener mucha influencia”, analizó Lunati tras el encuentro.
