Ayer a la mañana Daniel se comunicó con DIARIO DE CUYO. Llamaba desde Santa Cruz. Quería averiguar de qué modo podía hacerle llegar su ayuda a Juancito, el niño de 10 años que está primero en lista de espera para recibir un corazón y su familia vive en una carpa en la Colonia Fiscal, Sarmiento. Daniel no quiso revelar su apellido, sólo dijo que tenía muchas maneras de colaborar para que la familia Brizuela esté un poco mejor. También el Ministerio de Desarrollo Humano ya está trabajando para que tengan una vivienda digna. Toda la ayuda empezó a llegar ayer, después que la historia de Juancito y su familia tomara estado público.

Daniel es un geólogo sanjuanino que desde hace un año y medio trabaja en una mina en Santa Cruz. Pero sin olvidarse de su tierra natal: "Siempre me informo de lo que pasa en mi provincia a través del DIARIO DE CUYO en internet -contó desde el sur-. Así me enteré que Juancito necesita un corazón urgente y que su familia está en una situación bastante angustiante. Yo quiero ayudar de alguna manera".

El geólogo pidió los teléfonos de los papás de Juancito para, como primera medida de ayuda, hacerles una carga de 20 pesos a cada uno en sus celulares para que puedan hablarse desde Buenos Aires a la Colonia Fiscal, cosa que les resulta complicado a los Brizuela. Y también ofrecerles en donación algunas herramientas para el taller mecánico. El papá se ganaba la vida de esa manera, pero tuvo que vender las herramientas para ayudar a sus hijos, después que se confirmó que Juancito tiene el corazón agrandado y así no puede vivir.

Desde el Ministerio de Desarrollo Humano también llegó la ayuda para la familia Brizuela. Ayer por la tarde un equipo técnico comenzó a trabajar en el lote donde viven para instalar un módulo habitacional de dos dormitorios, cocina-comedor y baño. El lunes empezarían a trabajar. "El municipio de Sarmiento ya les había otorgado uno de estos módulos hace un tiempo, pero no sé porqué razón nunca se lo instalaron", explicó el ministro de Desarrollo Humano, Daniel Molina. El gobierno también ayudará a Juancito y su mamá, que están hace dos meses en el Garrahan a la espera del transplante.

Miguel Brizuela estaba feliz por toda la ayuda recibida. Pero triste porque parte de la misma significó separarse momentáneamente de sus otros tres hijos. Por orden del ministro Molina, los chicos permanecerán albergados en FUNDAVIDA, (una ONG que funciona en Media Agua), hasta que el módulo habitacional esté instalado. Allí recibirán comida, ropa, educación, atenciones básicas de salud, y la visita de su papá.